Una exploración de los “caballos de Troya” para la innovación educativa
Una reflexión coral sobre las relaciones entre filosofía y educación
A partir de la situación actual marcada por la pandemia de COVID-19, este libro recorre varias aristas para examinar los cruces entre filosofía y educación, sobre todo a partir de algunos temas cruciales, como las desigualdades sociales y los nuevos modos de enseñar y aprender.

Tópicos de filosofía y educación para el siglo XXI
“Escribir sobre el vínculo entre filosofía y educación puede cobrar varias formas y recorrer varios caminos. Sin embargo, ¿para qué escribir sobre esta relación?”. Con este interrogante comienza el texto de Renato Huarte Cuéllar que abre el libro Tópicos de filosofía y educación para el siglo XXI, coordinado por Irazema Ramírez Hernández y publicado por CLACSO.
El libro es una continuación de las reflexiones iniciadas en un texto previo, Voces de Filosofía de la Educación. La situación actual marcada por la pandemia de COVID-19 ofrece varias aristas para examinar los temas relevantes de la educación, sobresaliendo aquellos en los que las desigualdades sociales (y, por ende, educativas) se exacerbaron y los modos de enseñar y aprender dieron un giro de 180 grados.
Al remitirnos al Diccionario de la Lengua Española, se rescata el sentido de “tópico” como “perteneciente o relativo a determinado lugar”. En este tenor, se aborda sobre lo que acontece, lo problemático, así como también las posibilidades de cambio en el amplio mundo de la educación.
Sobre la relación entre filosofía y educación, continúa Huarte Cuéllar: “Cualquiera que quiera aproximarse a ellas ha de notar que, si bien a la primera se le tiene un cierto temor, a la segunda se le usa de manera muy cotidiana y casi que se le encuentra siendo usada por cualquiera para referirse a una pluralidad de fenómenos. Mientras que la filosofía es un ‘campo’ o ‘área’ de especialistas, revestida de un halo de cierta santidad académica o velo de intelectualidad, la educación parece algo que todo ser humano realiza y que, a lo largo del siglo XX se popularizó como cualquier-cosa-que-se-haga-en-la-escuela. Así, ministros de educación han llenado sus discursos de lugares comunes como ‘Es necesario invertir en educación’ o ‘El futuro de nuestras sociedades está en la educación’. Por esa frase, además de pensar que todo fenómeno educativo se circunscribe a los ámbitos escolares, ya bastante caducos en la mayoría de los países, dejan poco espacio para su reflexión”.
El libro está disponible de manera gratuita en la web