Una exploración de los “caballos de Troya” para la innovación educativa
Flipped learning: una alternativa para el sistema educativo pospandemia
La mayoría de los estudiantes del país han regresado a un sistema mixto, que combina educación presencial y remota. En este contexto, el modelo flipped learning ofrece una alternativa para aprovechar mejor el tiempo de clase, afirma Miguel Sedoff.

FOTO: Julia M Cameron @Pexels
El regreso a clases en este año 2021 ha sido, en muchos casos, un regreso dentro de un sistema mixto entre presencialidad y no presencialidad, dada la necesidad de aplicar medidas de distanciamiento social en los establecimientos educativos y la consiguiente reducción del número de estudiantes que concurrirán de manera simultánea a ellos. El modelo blended más probado y eficaz como alternativa para este regreso mixto es el flipped learning.
Este modelo invierte el proceso de enseñanza aprendizaje de manera tal que determinadas actividades se transfieren fuera del aula con el objetivo de potenciar, durante el tiempo de clase, otras dinámicas de práctica y adquisición de conocimientos.
En una clase tradicional, generalmente se trabajan las habilidades de pensamiento de nivel inferior como comprender y recordar, es decir que el docente dedica la mayor cantidad de tiempo a explicar la materia a los estudiantes, trabajando las habilidades de pensamiento de nivel superior como analizar, aplicar o evaluar, fuera del aula, con posterioridad a la clase y sin el acompañamiento docente.
Este modelo invierte el proceso de enseñanza aprendizaje: determinadas actividades se transfieren fuera del aula con el objetivo de potenciar, durante el tiempo de clase, otras dinámicas
Miguel Sedoff
El modelo divide el aprendizaje en dos espacios. En el espacio individual, que es anterior y fuera del aula, el estudiante trabaja con el contenido que el docente le envía y que pueden ser en formato analógico (documento, cuadernillo) o digital (videos, podcast, infografías, imágenes). Lo importante es que este material sea interactivo, que tenga una guía en la que se le indica al estudiante a qué prestar atención, cuáles son los conceptos que debe extraer, qué contenidos debe observar, qué dudas y preguntas surgen en ese espacio.
Posteriormente se produce el espacio grupal en la escuela: el docente interactúa cara a cara con el estudiante, y este con sus compañeros sobre el contenido dado. Primero las dudas, preguntas y refuerzo de conceptos y luego con diversas metodologías activas del aprendizaje, ABP, ABPr, prácticas gamificadas, etc.
Se trata, en síntesis, de un planteo integral a fin de apoyar y estimular todas las fases del ciclo de aprendizaje.
El flipped learning enriquece las clases presenciales
El recurso más valioso que tienen los sistemas educativos son los docentes, y por eso es preciso que ellos estén el mayor tiempo posible en contacto directo con sus estudiantes para aprovechar al máximo el tiempo juntos.
En este ciclo lectivo en particular, se trata de una condición crítica, ya que se está previendo menos tiempo escolar para nuestros estudiantes, por lo cual debemos prepararnos para enriquecerlo lo más posible.
Esa es una de las grandes fortalezas del modelo flipped learning: conseguir más tiempo de calidad en el aula de manera de poder dedicar el tiempo de clases al uso de metodologías activas de aprendizaje, es decir, aquellas que conciben al estudiante no como un pasivo receptor de conocimiento, sino desde una visión constructivista del aprendizaje, como protagonista de su propio aprendizaje.
Esa es una de las grandes fortalezas del modelo flipped learning: conseguir más tiempo de calidad en el aula de manera de poder dedicar el tiempo de clases al uso de metodologías activas de aprendizaje
Miguel Sedoff
Cuando tiene que experimentar, resolver problemas o trabajar en un proyecto, tiene al docente y a sus pares a su lado para intercambiar ideas, colaborar, aprender y construir con otros, intercambiar habilidades y dedicarle a eso la totalidad del tiempo de clase.
Tomando en cuenta la taxonomía de Bloom, la pirámide tradicional se transforma en un rombo, donde en el espacio individual se desarrollan las habilidades de comprender y recordar, y en el espacio grupal las de aplicar y analizar con preeminencia a las de evaluar y crear.
De esta manera, la mayor parte del tiempo ganado se dedica al análisis y la aplicación de los conocimientos adquiridos previamente en el espacio individual. La ventaja es que en el espacio grupal, donde se desarrollan las habilidades del pensamiento de orden superior, las más complejas, está el docente, que es quien guía el aprendizaje de sus estudiantes.
Facilita el trabajo con la diversidad y promueve la autonomía
El flipped learning permite respetar los diferentes ritmos de aprendizaje. Al que aprende más rápido se le puede agregar actividades más complejas, y al que aprende más lento se le da más tiempo, hasta que comprenda el tema a la par de sus compañeros. De esta manera, se llega a un piso de conocimiento compartido que dispara la posibilidad de un aprendizaje diferencial y personalizado.
Además, el flipped learning promueve y fomenta el desarrollo de capacidades de autorregulación de la conducta, responsabilidad y conciencia del aprendizaje, autogestión del conocimiento, espíritu colaborativo y reflexivo y proactividad, y acrecienta el rendimiento escolar.
Al que aprende más rápido se le puede agregar actividades más complejas, y al que aprende más lento se le da más tiempo, hasta que comprenda el tema a la par de sus compañeros
Miguel Sedoff
Es importante señalar que la implementación del modelo precisa la concurrencia de docentes, familias y directivos para la verdadera comprensión de su naturaleza y su mejor desarrollo. Los docentes deberán tener ganas de transformar y enriquecer su práctica pedagógica, de pensar un modo de aprendizaje diferente y también conocer a fondo la base del modelo; para qué y por qué se utiliza, cuáles son sus postulados teóricos, qué conocimientos va a poder desarrollar a través de este modelo, etcétera.
Las familias deberán ser informadas por sus docentes del cambio, ya que los estudiantes usarán los celulares u otros dispositivos para acceder a los contenidos digitales y serán evaluados de una manera diferente a la tradicional.
Por último, las autoridades ministeriales y los directivos deberán entender el modelo y habilitar espacios y tiempo para que se trabaje bajo esa forma.
La experiencia en la provincia de Misiones
En la provincia de Misiones desde el año 2015 trabajamos con este modelo a través del Programa de Innovación Educativa Plataforma Guacurarí. Lo iniciamos en las escuelas técnicas, pero a partir del año 2019 se extendió a todo el sistema educativo público adecuándose a los diferentes niveles y modalidades.
Este trabajo de años nos permitió estar más preparados para la no presencialidad, tanto que con 401.000 estudiantes y 30.000 docentes la Plataforma tuvo durante el ciclo lectivo 2020, 5.000.000 de visitas, 520.000 usuarios únicos y 11.000 contenidos audiovisuales producidos por docentes de la provincia. La Plataforma se usa no solo en la provincia sino en otras e incluso en países limítrofes.
Las numerosas experiencias registradas nos muestran que los estudiantes que experimentaron flipped learning no quieren volver atrás sino extenderlo a más materias porque les resulta más atractivo. Por su parte, los docentes que se han iniciado en el modelo no lo han abandonado y lo han profundizado, siendo muchos de ellos parte de la red de formación docente en TIC que se ha ido desarrollando en estos años como acompañamiento al modelo pedagógico.