Una exploración de los “caballos de Troya” para la innovación educativa
En 2020 solo 1 de cada 5 docentes universitarios tomó examen oral
Solo el 19% de los docentes universitarios apelaron al examen oral para evaluar a sus estudiantes en 2020. Las modalidades de evaluación preferidas fueron los trabajos prácticos individuales o grupales, y las evaluaciones escritas sincrónicas o asincrónicas.

FOTO: RODNAE Productions @Pexels
Apenas el 19% de los docentes universitarios apelaron al examen oral para evaluar a sus estudiantes en 2020, según los resultados de encuestas realizadas por la Secretaría de Políticas Universitarias durante el segundo semestre de 2020 a estudiantes, docentes, no docentes y autoridades universitarias de todo el país.
El 92,3% de los estudiantes encuestados respondió que fueron evaluados durante el año lectivo 2020. En cuanto a la modalidad, casi la totalidad de los docentes (96,4%) optaron por evaluar a sus alumnos de múltiples maneras: mediante trabajos prácticos individuales asincrónicos (58%); evaluaciones escritas sincrónicas (49%); exámenes escritos asincrónicos (45%) y trabajos prácticos grupales (43%).
Los datos fueron difundidos por el Ministerio de Educación de la Nación en el marco de la presentación del Plan de Virtualización de la Educación Superior II (PlanVES II), una iniciativa de la Secretaría de Políticas Universitarias para dotar a las instituciones universitarias de recursos que permitan fortalecer los espacios de formación presencial y remota y el desarrollo de aulas híbridas. La propuesta prevé una inversión de 1.500 millones de pesos e implica el fortalecimiento del software y hardware necesario para la virtualización de la enseñanza.
El 99,5% de los docentes encuestados indicó que debió transformar el dictado de sus materias para poder continuar con las actividades académicas en la modalidad virtual. El 87% señaló que pudo cumplir con los objetivos propuestos. El 61% de los docentes encuestados logró cubrir entre el 80 y 100% de los contenidos de su materia, mientras que un 23,8% declaró haber cubierto entre el 60 y 80% de lo planificado antes de la pandemia.
Apenas el 19% de los docentes universitarios apelaron al examen oral para evaluar a sus estudiantes en 2020, según los resultados de encuestas realizadas por la Secretaría de Políticas Universitarias durante el segundo semestre de 2020
El objetivo del estudio fue conocer los efectos que generó la pandemia de COVID-19 en la organización de la vida académica, laboral y familiar de quienes integran la comunidad universitaria. La encuesta también pretendió recolectar información sobre las respuestas implementadas por las instituciones en diferentes dimensiones de la política educativa: la administración y gestión, el dictado de clases virtuales, la evaluación, la permanencia de los estudiantes en el sistema universitario durante la pandemia y la capacitación de los trabajadores docentes y no docentes.
En cuanto a la retención, el 80,6% de las autoridades universitarias afirmó que la cantidad de estudiantes que pudieron terminar la cursada de sus materias fue elevada. Más de la mitad de ellos indicó que la permanencia fue casi total (entre un 80% y 100%). El 37,8% de los docentes encuestados afirmó lo mismo, mientras que un 31,4% respondió que entre un 60 y 80% de sus alumnos terminaron la cursada durante 2020.
Casi 7 de cada 10 docentes encuestados (67%) respondieron que estaban “satisfechos” o “muy satisfechos” con las acciones realizadas por la universidad para dar respuesta a las condiciones impuestas por la pandemia. En la misma sintonía, los estudiantes (72%) y trabajadores no docentes (76%) manifestaron aun mayor conformidad. La mayoría de las autoridades consultadas (68,5%) indicaron que las instituciones migraron entre el 80 y 100% de sus materias al formato virtual para poder continuar con el año académico.
El secretario de Políticas Universitarias, Jaime Perczyk, comentó: “Este trabajo refleja el rol que tuvo la universidad argentina en el contexto de la pandemia. Un sistema que era eminentemente presencial y que a partir del COVID-19 pasó a la virtualidad de emergencia, con las consecuencias científicas, académicas, pedagógicas, laborales y personales que eso trajo. También nos muestra el desafío que tenemos a futuro: construir la universidad que se viene en la pospandemia, por ejemplo, a través de aulas híbridas”.