Conectividad y acceso a dispositivos, dos deudas clave para la inclusión digital

Según un estudio sobre adopción de tecnologías para el aprendizaje en América Latina, solo Uruguay y Costa Rica alcanzaron un estadio de madurez en sus programas de educación digital. En Argentina, el acceso a conectividad y dispositivos sigue siendo una deficiencia importante.

 Conectividad y acceso a dispositivos, dos deudas clave para la inclusión digital

La conectividad y el acceso a dispositivos constituyen una de las principales deudas que impiden la inclusión digital en los sistemas educativos de América Latina y particularmente de Argentina. El dato surge del informe “Hacia una agenda integral de la adopción de tecnologías para el aprendizaje 4.0 en América Latina”, realizado por el CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, el Centro para la Cuarta Revolución Industrial de Colombia e Intel.

El documento propone un enfoque integral de inclusión de tecnologías digitales en la educación en cuatro dimensiones para resolver los desafíos estructurales del aprendizaje. Las dimensiones son: (1) conectividad, nube y dispositivos; (2) protección de datos del menor y seguridad; (3) programas de inclusión de tecnologías, desarrollo de competencias, métricas y contenidos; y (4) formación y acompañamiento docente.

El estudio abarca 7 países (Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Perú y Uruguay), identificando oportunidades de mejora según su estado de madurez digital. De esa lista, solo Uruguay y Costa Rica alcanzaron un estadio de madurez y sostenibilidad de sus programas de educación digital: cuentan con altos niveles de conectividad y acceso a dispositivos, y la integración de las TIC a la educación es una política de estado. En el otro extremo de la tabla, Perú se encuentra en un estado “incipiente”.

Solo Uruguay y Costa Rica alcanzaron un estadio de madurez de sus programas de educación digital: cuentan con altos niveles de conectividad y acceso, y la integración de las TIC a la educación es una política de estado

En cambio, Argentina, Chile, Colombia y México son países que están “en proceso”. El documento señala que “sus políticas de inclusión de tecnologías no han mostrado necesariamente sostenibilidad en el tiempo o articulación con otras iniciativas interministeriales”.

FUENTE: Hacia una agenda integral de la adopción de tecnologías para el aprendizaje 4.0 en América Latina

En Argentina, al igual que en países como Colombia y México, la principal deficiencia se registra en la primera dimensión, la conectividad. Esto incluye no solamente el acceso (que se encuentra por debajo del promedio de los países de la OCDE) sino también la calidad de acceso a la banda ancha (velocidad).

En cuanto a los dispositivos, “su acceso es limitado en las escuelas y persiste una falta de adecuación de los mismos con los objetivos de aprendizaje que se buscan promover”, indica el informe. En otras palabras, no solo persisten muchas escuelas y hogares sin acceso a dispositivos con conexión a Internet, sino que las escuelas conectadas tampoco presentan velocidad suficiente. Además, la mayoría del equipamiento de cómputo en las escuelas es básico.

No solo persisten muchas escuelas y hogares sin acceso a dispositivos con conexión a Internet, sino que las escuelas conectadas tampoco presentan velocidad suficiente. Además, la mayoría del equipamiento en las escuelas es básico

Este desigual acceso a conectividad y dispositivos se acentúa por las asimetrías entre zonas urbanas y rurales, nivel socioeconómico, y tipos de gestión educativa, pública y privada.

Las dimensiones donde Argentina logra mejor desempeño son la protección de datos del menor y seguridad, así como los programas de inclusión de tecnologías, desarrollo de competencias, métricas y contenidos.

Sergio Díaz-Granados, presidente ejecutivo de CAF, advierte: “La crisis originada por la pandemia ha generado que alrededor de 144 millones de estudiantes de América Latina estuvieran cinco meses sin asistir a la escuela, según Unesco, y lo que es más grave, la alternativa de la educación virtual no fue posible para el 46% de los alumnos de entre 5 y 12 años. Hoy podemos decir que la región se enfrenta a un riesgo real de exclusión digital, que en el mediano plazo puede agravar las brechas estructurales en materia de baja productividad y alta vulnerabilidad social. Es por esto que debemos sumar esfuerzos desde el sector público, privado, sociedad civil, la academia y los organismos multilaterales para impulsar un modelo integral de adopción de las tecnologías que esté centrado, no solo en la dotación de dispositivos con acceso de calidad a internet, sino donde los maestros y estudiantes puedan hacer uso de estos insumos para mejorar la calidad del aprendizaje”.

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