Cambiar pañales en el jardín, una forma de garantizar derechos

El cambiado de ropa y pañales es necesario para garantizar el derecho a la educación y al cuidado de niños y niñas en el jardín de infantes, explican desde OMEP, frente a las denuncias de familias que advierten que algunos jardines rechazan a niños con pañales.

 Cambiar pañales en el jardín, una forma de garantizar derechos

Con el comienzo de clases, algunas familias denunciaron que jardines de infantes en distintos puntos del país, tanto de gestión privada como de gestión estatal, no reciben en la sala de 3 a niños y niñas que aún usan pañales. Aunque algunas personas creen que se trata de una recomendación oficial para prevenir abusos, lo cierto es que no hay ninguna norma que avale esa decisión, cuestionada por los especialistas en nivel inicial.

“El cambiado de ropa y pañales es un requerimiento necesario cuando tenemos el desafío de cuidar educando a niños y niñas de 45 días a 6 años. Son derechos que garantizan el cuidado en la enseñanza. Cuidar y educar son acciones indisociables”, expresaron desde OMEP Argentina en un comunicado.

“El control de las necesidades fisiológicas está íntimamente relacionado al proceso madurativo y a la adquisición progresiva de la autonomía y es parte del proceso de desarrollo y de aprendizaje. En nuestra cultura, según sugiere la Sociedad Argentina de Pediatría, el niño/a aprende a controlar esfínteres, retener y expulsar, y a utilizar el baño entre los 2 y los 4 años”, continúa el comunicado de OMEP.

“Las personas adultas que cuidamos y educamos a las niñas y los niños pequeños debemos respetar, acompañar y enseñar durante este proceso paulatino. Sabemos que este proceso es particular y sus necesidades y posibilidades serán siempre distintas e individuales, no tiene un límite tajante de edad”, explican las especialistas.

Uno de los padres que denunciaron esta situación fue el diputado nacional Leonardo Grosso, quien contó en su cuenta de Twitter que en la provincia de Buenos Aires su hija de 3 años fue rechazada en varios jardines por usar pañales.

El cambiado de ropa y pañales es un requerimiento necesario cuando tenemos el desafío de cuidar educando a niños y niñas de 45 días a 6 años. Son derechos que garantizan el cuidado en la enseñanza

OMEP Argentina

“Nuestra hija debería empezar sala de 3, pero en los jardines de la Provincia de Buenos Aires no cambian pañales ni mudas de ropa en caso de ser necesario. Este hecho no se respalda en normas, sino que responde a una práctica institucional. Por el contrario, tanto la normativa como las recomendaciones pedagógicas establecen lo contrario”, contó Grosso.

“La niña que queda al cuidado de adultos responsables, debe ser y sentirse cuidada para poder desarrollar su proceso pedagógico, no avergonzada“, agregó el diputado.

“Es función de la escuela asistir a los niños y las niñas, y el cambiado de pañales o de ropa es una acción docente como lo es dar de comer, leer un cuento y ofrecer propuestas de juego. No podemos exigir que controlen esfínteres a determinada edad o que sus familiares acudan a las instituciones cuando necesitan ser higienizados. No podemos negarnos a cambiar pañales, o mudar una ropa que lo requiera, como no podemos negarnos a hablar mostrando el mundo y sus bellezas”, señala el comunicado de OMEP.

Para garantizar este derecho, es imprescindible contar con el personal necesario: “Muchas escuelas no tienen la cantidad de personas adultas que acompañen de manera integral los procesos madurativos, de desarrollo, de aprendizaje y autonomía. La institución educativa debe garantizar los derechos de los niños y las niñas creando las condiciones para que las acciones de educación y cuidado sucedan. Contar con el personal necesario es básico y es responsabilidad de las autoridades educativas la asignación de cargos pertinentes para desarrollar la tarea”.

Desde OMEP concluyen: “Necesitamos que las y los de educadores estén allí para nuestros niños y niñas cada vez que lo requieran. Las claves para acompañar este proceso son: respeto, coherencia y espera activa; proceso que se inicia en la casa y que el jardín acompañará, una vez que la niña o el niño sientan seguridad y confianza en sus docentes”.

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